¿Qué tan común es el perfeccionismo y cómo puede ser contrarrestado?

En general, todos los seres humanos tienen un sentido de perfeccionismo dentro de ellos mismos. Esto se debe a que todos los seres humanos sienten la necesidad de dominar el mundo que los rodea para alcanzar objetivos personales. Sin embargo, el perfeccionismo se puede dividir en dos nociones separables: perfeccionismo adaptativo y perfeccionismo inadaptativo.

El perfeccionismo adaptativo es el tipo “bueno”; nos da la necesidad de cambiar las cosas sobre nosotros mismos para obtener lo que queremos de la vida. Se relaciona con las ideas de lo que nosotros mismos pensamos que debemos ser o llegar a ser. Las personas que tienen un alto grado de perfeccionismo adaptativo suelen tener éxito en lo que hacen, porque mantienen el control del “yo ideal” al que intentan estar a la altura; Si es necesario, pueden cambiar sus ideales para adaptarse mejor a las circunstancias.

El perfeccionismo desadaptativo es el tipo “malo”; nos impulsa a intentar, por lo general a cualquier costo, ser o convertirnos en lo que creemos que otros esperan de nosotros. Este tipo de perfeccionismo es el referido en relación con, por ejemplo, el trastorno alimentario anorexia nerviosa. Por lo general, estas ideas de lo que alguien debe llegar a ser para ser felices y exitosas se basan en hechos ilusorios. Las personas que tienen un alto grado de perfeccionismo inadaptado son más propensas a tener malos resultados porque atribuyen el control sobre su “yo ideal” a los demás; como resultado, más o menos rechazan la idea de poder cambiar sus ideales para adaptarse mejor a las circunstancias.

Como puede verse, deshacerse del perfeccionismo desadaptativo y reemplazarlo por el adaptable se puede hacer tomando el control de su “yo ideal”. Descubra qué es lo que encuentra importante en la vida y deje que estas ideas sean la base para la construcción de lo que debe ser o convertirse. Y, si alguna de sus ideas resulta ser poco realista, puede cambiar estas ideas en consecuencia.