Felicitarte se considera presumir. Estar orgulloso de uno mismo es considerado narcisismo. Disminuir tus logros es considerado humildad. Estas son todas expectativas razonables que han existido durante años y aún funcionan normalmente.
Lo que es anormal es la aprobación que se da a las personas por hablar de su baja autoestima y por menospreciarla.
Destruirse por humor es muy apreciado. Y, debido a las redes sociales, ya no tienes que ser lo suficientemente valiente para subir al escenario. Cualquiera, sin importar cuán tímido o aborrecido, puede publicar un tweet y obtener atención instantánea. A la gente le gusta tu humor! ¡Aún más atención! Casi se siente como si les gustaras! Por supuesto, no te conocen, pero está lo suficientemente cerca.
A medida que las personas con baja autoestima obtienen más atención, más personas con baja autoestima se dan cuenta de que está aprobado hablar de eso y, por lo tanto, hablan de lo que han mantenido oculto durante tanto tiempo.
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No es que la cantidad de autoestima en la sociedad haya disminuido. Es que ha aumentado el número de personas que están dispuestas a admitir que no se gustan.