Algunas cosas que noté después de dejar de beber:
- Mejora enormemente la vida social. Contrariamente a los temores de la mayoría de los alcohólicos, socializar es mucho mejor cuando estás sobrio. Seriamente. Ahora, puedes recordar todo lo que dice la gente, puedes tener conversaciones interesantes con todas tus facultades mentales intactas, tienes energía toda la noche y te vas a casa sabiendo que te sentirás bien cuando despiertes. Es un sentimiento poderoso.
- Puntos de CI gratis. Mis sinapsis se activan mucho más rápido que durante mis días de bebida. Encuentro que sostengo mejor las conversaciones, pienso más rápido en mis pies y trabajo más rápido porque pierdo menos tiempo en no recordar las cosas.
- Respeto a ti mismo. Saber que estoy en control, todo el tiempo, es una sensación maravillosa. Durante mis días de bebida, nunca podía quedarme quieto en las fiestas, siempre estaba bebiendo o pensando en mi próxima bebida. Esto me volvió loco. Además, poder ir a eventos sociales sabiendo que no te avergonzarás por beber es una sensación agradable. En un nivel básico, es muy alentador darse cuenta de que tenía un problema y que lo había abordado.
- Salud enormemente mejorada. Como bebedor, siempre tuve sobrepeso y tenía problemas para comprometerme con cualquier tipo de régimen de ejercicio. Las resacas se interpondrían en el camino de los viajes planeados al gimnasio, y yo los compensaría comiendo comidas grasas e insalubres. Ahora, encuentro que tengo pocos problemas para ir al gimnasio y mantener una rutina, comer de manera más saludable y, como resultado, estoy en la mejor forma en la que he estado en años.
- Mas dinero. Vivo en la ciudad de Nueva York y ahora ahorro dinero de tres maneras. Uno, ya no compro alcohol. Los refrescos y los jugos son mucho más baratos que la cerveza y el vino. Dos, ya no tomo taxis porque estoy demasiado borracho para negociar el metro. Tres, no tomo decisiones estúpidas de dinero cuando estoy ebrio, como inhalar algunas rebanadas de pizza o comer una cena a las 2 am.