Si reduce todos los libros y diálogos de todas las grandes mentes, encontrará que todos son comentarios sobre las mismas tres preguntas.
- Que es el hombre
- ¿Que es la verdad?
- ¿Cuál es la responsabilidad del hombre con la verdad?
En términos filosóficos, esas preguntas forman el corazón de la ontología, la epistemología y la ética, en ese orden.
También puede considerarlos “las tres grandes ambigüedades”, ya que han sido explotados para justificar cada guerra, genocidio y acto de brutalidad en la historia de nuestra especie.
La filosofía es importante. En muchos sentidos, es la madre de todas las ciencias.
- ¿El comunismo apunta al estancamiento final ya que apunta a un estado final estático, y el capitalismo permite un cambio constante?
- ¿Es el existencialismo un enfoque general utilizado para rechazar ciertas filosofías sistemáticas en lugar de una filosofía sistemática en sí misma?
- ¿La educación formal está sobrevalorada?
- Si creas las condiciones que permiten que ocurra un crimen, ¿eres responsable?
- Desarrollo ágil de software: ¿Cómo sería una organización ideal?
Pero tiene un problema de marca. Muchos lo ven como un deporte para los viejos hombres blancos que no hacen nada más que discutir sobre conceptos abstractos y otros arcanos académicos.
La realidad es mucho más simple: la filosofía trata de aclarar los conceptos básicos sobre los que construimos nuestras sociedades y vidas individuales .
Quizás la ilustración más concisa de la intersección de estas preguntas y la vida real se puede encontrar en un poema de Primo Levi, un sobreviviente del holocausto.
Tu que vives seguro
En tus casas cálidas,
Quien encuentre, volviendo por la tarde,
Comida caliente y caras amigables:Considera si esto es un hombre.
Quien trabaja en el barro,
Quien no conoce la paz,
Que lucha por un trozo de pan,
Quien muere por un sí o un no.Considera si esto es una mujer.
Sin pelo y sin nombre.
Sin más fuerza para recordar,
Sus ojos vacíos y su vientre frío.
Como una rana en invierno.
Los responsables de la difícil situación de Levi vendieron su campaña al pueblo alemán utilizando la filosofía. Respondieron a las tres preguntas con terrible claridad.
Las malas respuestas nunca desaparecen solas. Deben ser reemplazados por algo más noble y más persuasivo, razón por la cual todos deben tomar seriamente la filosofía.