La perfección es un atributo al que me quito el sombrero. ¡Ya, definitivamente!
Pero la cosa es que nadie es perfecto. Uno puede estar cerca de la perfección, pero la vida es un proceso de aprendizaje continuo. Hay cambios dinámicos que siguen moviéndose en un campo y la perfección también se mueve con él.
La perfección hace que las personas exploren lo mejor de sí mismas con entusiasmo y pasión por descubrir cualquier cosa que pueda sacar lo mejor de ellas.
Este entusiasmo de perfección no tiene límites. Está más allá de la anticipación de nadie. El entusiasmo los llevará a sus esfuerzos.
Pero otra perfección está en nuestra mente. Esa perfección es estática y tiene muchos límites. Los mantiene dentro de los límites de su propia imagen. Estas personas tienen miedo de cometer errores o de saber que les falta algo. Esta superioridad existe en la mente y dificulta su alegría de vivir.
Debemos esforzarnos por lograr la perfección en nuestros campos de interés elegidos, pero también debe ir acompañado de una flexibilidad celosa para experimentar el verdadero aspecto de la perfección. 🙂