Creo que este tipo de preguntas reflejan una confusión muy profunda y generalizada sobre a qué se refiere la palabra “yo”.
Tú eres el todo. Estás donde todos los trenes van y vienen, eres la fuente de todo significado. No hay nada más completo que tú, no hay nada “fuera” de ti. Eres la raíz del árbol del ser.
Entonces, ¿qué demonios haría un ser así con algo tan insignificante como la “autoestima”? El único tipo de cosa que necesita autoestima es un cubo de ideas confuso, preocupado por ser expulsado por los vientos del Otro.
Pero para el verdadero yo, no hay “otro”. ¿Con qué sería comparado? ¿Qué haría con la noción de valor o no-valor?
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Perseguir la autoestima, o incluso creer que es un principio sustantivo real, está jugando en la confusión. Eso toma la confusión y la hace más real, que da vida a la falsa base de la identidad y la sostiene, en lugar de penetrarla con claridad.
No me sirve la autoestima, es solo una idea que las personas inventaron cuando no pudieron ver quiénes eran y se sentían ansiosas por eso. Si ves quién eres, el problema que resuelve la autoestima simplemente no existe.
En lugar de perseguir la autoestima, despierta. Estuviste aquí antes de que la valía estuviera aquí.