Cómo asegurarse de que mi hijo no emule mi hábito de ser inconscientemente condescendiente

Hmm ¿Está más preocupado por el comportamiento o por la transmisión del comportamiento?

La verdad es que le vas a dar a tu hijo todo tipo de malos hábitos. Algunos de ellos podrán patear en la edad adulta, y otros se quedarán con ellos. Tiene sentido que usted quisiera que su hijo tuviera un sufrimiento mínimo en su vida y, por lo tanto, quisiera reducir la cantidad de hábitos destructivos que tienen, pero ¿por qué este en particular? No vas a ser perfecto, entonces ¿por qué esta forma de ser merece una atención especial?

Si has encontrado en tu vida que tu comportamiento enajena a las personas a las que realmente respetas, entonces creo que es algo importante en lo que trabajar. El truco es anticipar cómo sus palabras harán que la otra persona se sienta. ¿Los estás haciendo sentir inteligentes y poderosos? ¿O los haces sentir pequeños? ¿Cómo puedes mostrarles tus sentimientos verdaderos y respetuosos, y no construirte a costa de ellos?

Si, en cambio, no respeta realmente a estas personas, es un caldero de peces diferente, y más serio. No podrá ocultar esa falta de respeto a su hijo, ni siquiera lo intente. Creo que pensar de forma rutinaria que otras personas no son tan inteligentes o dignos como usted merece la terapia. Si tiene rasgos narcisistas, también afectará a su crianza, ya que su hijo, inevitablemente, también lo decepcionará. Es posible que no puedas cambiar quién eres fundamentalmente, pero con suerte podrás ver qué juicios se basan en la realidad en comparación con tus propios sesgos cognitivos.

En otras palabras, preocuparse por su propio comportamiento y motivos. Es de esperar que su hijo vea por sí mismo que lastimar a otras personas no es una manera de pasar por la vida.

Continúa en el camino en el que ya está: reconocimiento y crecimiento personal constante.

Reconocer nuestros propios comportamientos es el primer paso. Tengo malos rasgos / hábitos de mi propia madre en los que estoy trabajando constantemente también.

No siempre tengo éxito, pero soy franca y honesta con respecto a mis hijos. Y eso, creo, resaltará mi intención de mejorar.

Cuando me equivoco, reconozco lo que he hecho, lo reconozco a mis hijos y me disculpo.

Verán que soy humano; que yo cometo errores; pero sigo intentando.

Recuerdo esto: cuando descubras que estás fuera de lugar, ¡vuelve!

Ser abierto y honesto con su hijo les ayudará a reconocer el comportamiento que no desea exhibir y, con suerte, evitará que lo copien.