La suspensión de la incredulidad es un efecto muy interesante de una obra de arte sobre las personas: mientras están en un teatro, los espectadores suspenden sus patrones de pensamiento normales y adoptan los del autor. Para lograrlo, tanto el espectador como el escritor tienen que hacer un esfuerzo.
La gente no suele ir al cine para analizar cada detalle de una historia, sino que se entretienen. Por lo tanto, no se levantarán de su asiento gritando: “¡No! Esa cosa es imposible”. En cambio, ignorarán los elementos inventados de la historia. El papel del escritor es atraer la atención de las personas hacia otra cosa. Cuando se trata de hackers, siempre verás al hacker haciendo / diciendo algo audaz, genial, o expresándose. Casi nunca se trata de piratear, se trata de arcos de personajes y de nuevos desarrollos, de avanzar en la trama. Nadie espera un documental sobre el arte (en su mayoría aburrido) de la piratería.
Entonces, no solo el escritor no lo sabe, no le importa. Las secuencias de pirateo suelen ser rellenos hechos para mejorar el retrato de uno o algunos de los personajes de la historia.
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