Comenzando en la primera infancia, nos sentimos abatidos y entretenidos ya que nuestros padres están ocupados con otra cosa. Estamos distraídos. Continuamos una vida que necesita ser entretenida cuando algo dentro de nosotros se siente abandonado. Algo falta. Perdemos la calma en nuestra búsqueda de comodidad. En nuestro deseo, nuestro anhelo, estamos perdiendo contacto con el amor, nuestro corazón profundo donde nuestra conciencia descansa en una vasta seguridad, presencia, alegría que está en lo que realmente somos pero que hemos perdido.
En la cultura moderna los bebés se distraen casi desde el principio. En otras culturas como Bali, los bebés se llevan a cabo durante los primeros seis meses. Madre, padre, tío, alguien siempre los está sosteniendo. ¿Te imaginas estar preso durante los primeros seis meses de tu vida? Imagina la profunda confianza, seguridad, ser que tendríamos. Estaríamos profundamente conectados con nuestra fuente y la fuente de vida que nos rodea.
Nuestra búsqueda fuera de nosotros mismos, nuestras distracciones continúan hasta que nos conectamos una vez más con nuestro ser interior, nuestros corazones. Hacemos esto en la meditación del corazón, recibiendo nuestra paz interior. Poco a poco nuestra conciencia llega a casa y no está buscando mucho fuera de nosotros mismos. Volvemos a casa y encontramos nuestra verdad, nuestra ancla dentro de nuestro propio corazón.
- ¿Cómo centrarme en mis estudios? ¿Hay algún consejo para al menos recordar la mitad de la lección?
- ¿Qué puedo hacer si tengo problemas para concentrarme?
- Cómo mejorar mi atención por detalles.
- ¿En cuál de los temas o temas deberíamos concentrarnos más para el NEET?
- ¿Qué sucede cuando te enfocas en una cosa durante un día entero?