¿Pasamos demasiado tiempo mirando hacia el suelo, de modo que cuando miramos al cielo, cualquier cosa pueda parecer extraña?

Answer 1

Esa percepción no debe limitarse a mirar el suelo o el cielo. Una vez, Poe escribió un cuento sobre un hombre que miraba por la ventana y estaba convencido de que estaba viendo a un monstruo enorme cerca, y resultó ser simplemente un insecto muy grande a solo unos centímetros de su ojo, arrastrándose por el cristal de la ventana. Un amigo mío dijo una vez que, por unos momentos, estaba convencido de que tendría que creer en los fantasmas. Una noche se despertó al ver lo que parecía ser una cabeza cortada que flotaba en el aire a unos pocos metros de distancia. Dado que es una persona muy lógica y no está acostumbrado a los vuelos de fantasía, su percepción lo sacudió hasta la médula. De hecho, la imagen que vio fue creada por las luces de un automóvil en el estacionamiento afuera de su apartamento, filtrada a través de algunos arbustos y proyectada en la pared de su habitación. Cuando el coche se alejó, la imagen se disipó.

Muchas personas de repente parecen vislumbrar lo desconocido, incluso lo extraño, al mirar vistas perfectamente normales. Hace unos años, en una feria de artesanías, cuando pasé por el stand de uno de los artistas expositores, una pintura china me llamó la atención, solo pinceladas simples que representaban un bosque de bambú. Algo sobre el bosque sugirió, para mí, que uno podría mirar a través de él hasta la eternidad. Tengo una reacción similar a la pintura “Grey Day Goochland” del pintor estadounidense del siglo XIX George Inness.

Grey Day Goochland Virgnia 1884