¿Cuáles son las cosas más importantes para la continuidad de la humanidad?

Viendo que hemos inventado el armamento nuclear, lo más importante para la humanidad es mantener la paz y enfrentar todas las guerras. Especialmente con tantos extremismos religiosos hoy en día.

Muchas religiones y líderes religiosos han expresado su deseo de poner fin a la violencia.

Muchos budistas creen que la paz mundial solo puede lograrse si primero establecemos la paz dentro de nuestras mentes. La idea es que la ira y otros estados mentales negativos son la causa de las guerras y las luchas. Los budistas creen que las personas pueden vivir en paz y armonía solo si abandonamos emociones negativas como la ira en nuestras mentes y cultivamos emociones positivas como el amor y la compasión. Al igual que con todas las religiones Dhármicas (hinduismo, jainismo, budismo y sijismo), ahimsa (evitar la violencia) es un concepto central.

El ideal cristiano básico especifica que la paz solo puede venir por medio de la Palabra y el amor de Dios, lo cual se demuestra perfectamente en la vida de Cristo:

“La paz os dejo; mi paz os doy. No os la doy como el mundo la da. No dejéis que vuestros corazones se turben y no temáis”.
– Juan 14:27

Pero, dado que todas las religiones no pueden ser verdaderas, siempre que haya más de una religión (o incluso, mientras haya una sola religión), la paz tendrá dificultades para salir victoriosa. Todas las religiones perseguirán la guerra en un momento u otro. Los cristianos lo hicieron hace mucho tiempo, al igual que los musulmanes, y todavía tenemos un islam extremista.


La verdad silenciosa detrás de los titulares ineludibles sobre la inhumanidad del hombre hacia el hombre es que el mundo se está convirtiendo en un lugar más pacífico. Las muertes a causa de la guerra y los conflictos han disminuido durante décadas y, si las tendencias actuales continúan, podemos hacerlas aún más raras.
¿Qué fuerza misteriosa está sembrando la paz entre la humanidad? Una posible razón es que hay más ateos y no creyentes que nunca.

Mientras la humanidad estuvo esclavizada por la violenta moralidad de los textos religiosos, nuestras sociedades fueron guerreras y crueles. Como dijo el revolucionario estadounidense Thomas Paine, creer en un dios cruel hace a un hombre cruel. Es solo en las últimas décadas, cuando hemos comenzado a deshacernos de estas creencias, que estamos logrando un progreso moral real.