Dondequiera que esté en sus veinte años, es importante recordar que esa década no se trata realmente de tener todo resuelto. Pero está bien si te sientes un poco incierto (o muy incierto), porque se supone que tu vida y tu mentalidad cambiarán mucho entre 20 y 30 años.
1. Comienzas a valorar tu tiempo por encima de casi todo lo demás: así que pasar cada tarde en casa de tus amigos estuvo perfectamente bien cuando eras adolescente, la sola idea de hacerlo probablemente te agotará cuando tengas 24 años.
2. Te das cuenta de que las pequeñas opciones diarias tendrán un impacto duradero en tu vida: si eres como yo, entonces probablemente hubo un momento en el que no podrías imaginarte querer levantarte temprano, subir las escaleras o girar. En la tercera llamada, pero es muy probable que sus años veinte le hayan enseñado que elegir lo que se siente bien ahora sobre lo que sabe lo hará sentirse bien más adelante no siempre es una buena estrategia a largo plazo.
3. Tu concepto de éxito se vuelve más flexible: tus años veinte tienen una forma de tus ideas sobre el éxito, y aunque es un proceso con un resultado positivo y de confianza, también es un proceso que generalmente incluye una gran cantidad de autoestima. Aversión y pensamiento negativo.
- ¿Alguna vez alguien no ha podido dejar de pensar en una película después de haberla visto?
- ¿Cuál debería ser la actitud hacia los maestros?
- Cómo dejar de pensar en cómo podría haber sido la vida.
- ¿Qué es la atazagorafobia? ¿Cómo se puede superar?
- ¿Cómo es una mentalidad sana hacia el sexo?
4. Dejas de creer que el amor es suficiente para hacer que una relación funcione: Hablando desde la experiencia, este es muy difícil, pero también es una cosa crucial que aprender. En algún momento de tus veinte años, la mentalidad de “todo lo que necesitas es amor” que alguna vez tuviste, va a ser completamente diezmada, y realmente debería serlo, porque en realidad es muy poco saludable para todos los involucrados. Tu corazón dolerá por mucho tiempo después de que aprendas esta lección, pero tu mente se ajustará, y serás una persona emocionalmente más fuerte con relaciones más sanas cuando dejes de poner tanta presión sobre el amor para “arreglar” mágicamente los problemas.
Para citar a la gran Maya Angelou, “El éxito es gustarte a ti mismo, gustarte lo que haces y gustarte cómo lo haces”.