Cómo usar el dolor como una motivación en lugar de un impedimento.

Aquí hay una publicación increíble que escribí en mi blog sobre el tema que responde perfectamente a tu pregunta:

La vida está llena de dolor.

Como seres humanos, amamos a las personas, nos preocupamos por nuestro mundo y establecemos expectativas para nosotros mismos y para los demás. Cuando estamos decepcionados en cualquiera de estas cosas, duele. Los momentos dolorosos ponen de manifiesto nuestras mejores cualidades, como planificar con calma un funeral para un familiar que falleció repentinamente, y nuestros peores: celos mezquinos y palabras duras. Debido a que es tan volátil, el dolor no se usa a menudo como una herramienta de motivación. Simplemente no es consistentemente efectivo.

Sin embargo, el principio de dolor contra placer es un gran impulsor en la toma de decisiones. Por lo general, buscamos obtener placer o evitar el dolor. Sin embargo, evitar el dolor es un factor de influencia mucho más fuerte que obtener placer en la mayoría de los casos. Saber esto te hace estar mejor equipado para usar el dolor como una herramienta motivadora. Tratar de mantener las posibilidades negativas a la mano puede ser lo correcto para empujar su avance.

Consecuencias negativas: establecer consecuencias negativas por no lograr objetivos específicos puede ayudarlo a esforzarse más. Si comenzara un negocio o intentara avanzar en su carrera de ventas, podría establecer un objetivo INTELIGENTE para hacer 100 llamadas de ventas todos los días. Este es un excelente comienzo, pero podría no ser suficiente para responsabilizarlo. Puede recompensarse cuando cumpla sus metas, pero ¿qué sucede cuando no lo hace?

Si tiene problemas, puede ser bueno poner en práctica algunas consecuencias reales. Por ejemplo, podrías exigirte hacer cinco flexiones por cada llamada que no hagas, ¡eso debería animarte a que te acerques a tus números! No seas demasiado duro contigo mismo, pero no lo hagas muy fácil.

Reconozca la insatisfacción actual: detenerse en las cosas negativas de su vida puede tener consecuencias perjudiciales cuando ocupan demasiado espacio en su cabeza. Sin embargo, el deseo de superación personal puede hacerse mucho más poderoso al reconocer los problemas en su vida actual. Piense en cuán difíciles son las cosas y reconozca que tener metas lo ayudará a llevar su unidad a un nuevo nivel.

Recuerde los malos sentimientos: más que analizar su estado actual, también puede usar el dolor para recordar el pasado. Tener en mente las luchas pasadas puede hacer que avancemos, tratando de evitar tener esas experiencias negativas nuevamente. Probablemente ha habido un momento en el que te sentiste como tu propio fondo de roca personal, donde no sentías que pudieras hundirte o lastimarte más. Muchos de nosotros también podemos recordar múltiples ocasiones en las que la toma de decisiones errónea o la postergación han sido extremadamente dolorosas al final.

Nuestros cerebros están conectados con un sesgo de negatividad y es mucho más probable que recordemos eventos negativos que positivos. Aprovecha estos recuerdos como combustible para tu futuro. Recuerda lo difícil que fue para que puedas evitar los mismos resultados.

Cuándo no usar el dolor

Siguiendo la lógica establecida hasta ahora, parece extraño que no usemos el dolor para todo. El problema con el dolor es que daña la percepción. La exposición repetida al dolor no produce mejores resultados. Por lo general, conduce a un fenómeno conocido como “desamparo aprendido”.

Los psicólogos han demostrado que exponer repetidamente a los animales de laboratorio a las sensaciones de dolor en última instancia hará que renuncien a la posibilidad de que cambien; aprenden que no hay ayuda ni mejoría, y que se quedarán atrapados de esta manera para siempre. Pasas de un empresario motivado a una persona desanimada que piensa que el fracaso es inevitable. Tener demasiado de esta motivación por el dolor puede impedirle ver oportunidades de ayuda cercanas o de ampliar su red.

Además, la amenaza de dolor desencadena una respuesta de adrenalina: el reflejo de lucha o de vuelo que tensa los músculos y deja los miembros temblando. La exposición recurrente al dolor también puede fortalecer la respuesta de adrenalina, causando que los efectos se agraven sobre ellos mismos. Empiezas a acumular ansiedad y eso abruma a tu cerebro. La sobreestimulación compromete seriamente sus habilidades de toma de decisiones racionales.

Con su cuerpo funcionando tan alto, incluso podría gritar o explotar a las personas que están tratando de ayudarlo y alejar a sus parejas. Puede cambiar su percepción del trabajo, lo que lo hace sobreestimar o subestimar los proyectos a resultados desastrosos. Puedes correr de oportunidades que son perfectas para ti porque hay demasiado miedo en tu cabeza. No puedes confiar en las respuestas que recibes en una situación de adrenalina.

El dolor debe usarse con moderación, al igual que la sal. A veces, es importante sacar los mejores resultados posibles. Pero demasiado puede arruinar todo. Cuando esté usando el dolor, asegúrese de haber establecido un régimen disciplinado para él, similar a cualquiera de sus sistemas de recompensas. Apégate a tus sistemas y no permitas que la ira, los celos o la indiferencia te superen. Hazte responsable pero no seas demasiado duro contigo mismo.

Siempre hay al menos algo de dolor en el camino hacia una gran ganancia.

Por cierto, me encanta hablar de cosas como esta en mi blog, PossessYourSuccess.com . Deberías echarle un vistazo si tienes algo de tiempo.

Había experimentado dolor en mi vida y me había quedado estancado durante unos 20 días en mi mente. Después de eso, restauré mi vida haciéndome ocupada y, además, alejándome de mi vida cómoda. Así que no tuve tiempo de pensar en mis impedimentos. Además, la vida no es como un lecho de rosas, habrá un dolor que deberás superar, porque en el momento doloroso puedes darte cuenta de dónde estás perdido y reiniciar tu vida. Entonces tu dolor te dará motivación para que no lo experimentes en otro momento.

“El dolor es mejor que lamentarse”

Solo recuérdalo …