imagen; imgur com
La felicidad no es viaje ni destino.
Todos los viajes se interrumpen o llegan a su fin en algún momento, de modo que, con esa lógica, la felicidad también llegará a su fin si fuera un viaje.
- ¿Romperías la ley para salvar a la humanidad?
- ¿Qué dios tiene la mejor oferta para la vida eterna?
- ¿Cuál es la diferencia entre el mundo físico y el mundo espiritual?
- ¿Qué sentido tiene jugar un partido de baloncesto si hay una gran diferencia en el puntaje y queda poco tiempo?
- ¿Cómo es la vida futura tan increíble? Muchos de nuestros placeres en la Tierra desaparecerán y parecería aburrido porque nada parecería un desafío.
Para estar en el viaje, uno debe emprender otro viaje, de modo que, con ese razonamiento para alcanzar la felicidad, habrá que hacer esfuerzos (tomar el viaje implica un esfuerzo) para alcanzar la felicidad.
La felicidad tampoco es destino. Como después de llegar a destino, uno descansa, se relaja y disfruta de la satisfacción y la alegría de haber llegado a destino. La felicidad tampoco es un destino porque, ¿cómo puede uno ser feliz solo después de alcanzar un estado objetivo (leer destino)?
La felicidad no es, pues, un fin en sí misma.
Entonces puedes preguntar qué, entonces es la felicidad?
Bueno, entonces, como sabio, decir y haber experimentado LA FELICIDAD ES UN ESTADO (DE LA MENTE).
La felicidad es un estado de ánimo que permanece constante. Este estado no se ve afectado si ocurre algo contrario a las expectativas y este estado no se llena de alegría cuando todo sucede según las expectativas.
El estado de felicidad se deriva de dentro de la psique humana con nada derivado de fuera.
El viaje y el destino están altamente relacionados con todo lo que está fuera de la psique humana.
El estado de felicidad se caracteriza por SAM BHAV (uniformidad en todas las circunstancias).
Gautama Buddha fue eternamente feliz. Dependía de los demás solo para comer y satisfacía sus necesidades alimenticias mendigando. Para todas sus otras necesidades, era una persona autosuficiente y sumamente feliz.
Mientras que la mayoría de nosotros dependemos de nosotros mismos para la alimentación, mientras que para todas las demás necesidades estamos rogando a los demás.
Para Gautama Buddha, la felicidad era un estado de ser y para nosotros, la simple infelicidad de los mortales es un estado de ser.
MM