El continuo bombardeo de la belleza asociado a los medios de comunicación, las redes sociales, los productos de belleza y la superficialidad de hombres y mujeres en cuanto a los estándares de apariencia, vestimenta, constitución corporal y riqueza es un problema generalizado en cuestiones de autoestima en Hong Kong. Usted es evaluado a fondo constantemente, no solo por sus compañeros, compañeros de trabajo, sino también por los espectadores típicos que pasan a su lado en la ciudad llena de gente. Algunas veces las reacciones provocadas por estas personas suelen ser comentarios que pueden ser agradables, otras pueden ser malas, otras no están dirigidas a usted. La aprobación o desaprobación no verbal puede venir en forma de contacto visual, expresiones faciales o evitación espacial. Estos factores constantes lo envuelven en un estado mental donde anhelan verse mejor y sentirse mejor con respecto a su apariencia e imagen. La persona que dice: “Sólo Dios puede juzgarme” es Xi Jing Ping, Donald Trump, Putin o Kim Jong-Un. Para las personas normales que viven en Hong Kong, es bastante estresante estar a la altura de los estándares tan altos por la poca importancia de los medios de comunicación y los adultos jóvenes.
¿Por qué es que muchas personas de Hong Kong parecen sufrir de problemas de autoestima en estos días?
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