Cualquier enfoque legítimo para desarrollar resistencia vocal tendrá que abordar tres elementos críticos: relajación física / expansividad, técnica de respiración y resonancia. Los músculos asociados con su voz no son músculos grandes y fuertes con mucha resistencia, por lo que no funcionan bien bajo mucha presión. Hablar con una voz fuerte durante largos períodos de tiempo es un acto de equilibrio. Debe aprender a manejar la respiración, el espacio y la resonancia para producir la máxima cantidad de sonido con una cantidad mínima de esfuerzo. Piensa en una campana. Si lo balanceas demasiado fuerte, no obtendrás el mejor anillo. Tener una idea del ritmo propio de la campana le permite trabajar con ese ritmo, provocando la máxima cantidad de sonido. Trabajar con resistencia vocal es muy parecido a eso. El principio rector es la economía del esfuerzo. El resultado final debe ser una voz clara, resonante, expresiva y efectiva.
Si no tienes una base de técnica vocal que te apoye, usa un micrófono. Un estudio de maestros reveló que la estrategia más efectiva para mantener la salud vocal en el ambiente del aula era el uso de un micrófono, incluso más que el entrenamiento de voz.