Para mí, un no teísta con una visión científica de la naturaleza increíblemente milagrosa del ser consciente, hay tres estados de conciencia (humana), todos expresados como aspectos de la autorrealización en el curso de y como el propósito de la evolución. Estos tres son: el Yo Experimentado, el Ser Recordatorio y el Ser Imaginador.
Gracias al lenguaje gramatical, encarnamos estos estados en redes neuronales superpuestas (espacio y tiempo) que nos permiten a cada uno de nosotros ajustar la combinación de acuerdo con nuestra atención, la dirección e intensidad de las cuales estamos aprendiendo a controlar tanto individual como socialmente como ” primeras personas “.
Cuando agrego cuentos a la mezcla neuronal y veo esas historias emerger, evolucionar, desarrollar y permitirnos realizar la agencia tanto en el sentido singular como en el plural, y hacerlo con una elección cada vez más atenta en todo el curso de la historia humana, me doy cuenta esa imaginación (idealismo) es la forma más elevada de la conciencia humana.
Además, dado que hemos actuado de acuerdo con nuestra (s) imaginación (es) y hemos civilizado / domesticado con éxito toda la biosfera, se hace evidente que la pretensión humana ha traído el antropoceno, la era en que realmente nos convertimos en dioses. .