1. Los humanos son los monos más inteligentes.
2. Si las matemáticas en sí, no solo las matemáticas más altas, fueran el factor determinante, la mayoría de los humanos se clasificarían con “los otros simios”. La mayoría de las personas están completamente perdidas cuando se trata de lógica: algunos de los otros simios (como Koko, un gorila) han demostrado una mejor comprensión de la lógica que muchos humanos. Muchos humanos ni siquiera pueden comprender el concepto de balancear una chequera (no balancear uno, sino captar el concepto de cómo se hace) y eso es solo la aritmética de cuarto grado, cualquier niño de 9 años debería poder entenderlo.
Incluso si usamos el habla como criterio, no solo los otros monos tienen capacidad de lenguaje, Koko no solo puede hablar (en ASL, su anatomía de garganta le impide producir habla humana, y la misma parte del cerebro se usa en lenguaje de señas como en el lenguaje vocal), puede inventar palabras que son lingüísticamente correctas para cosas nuevas que no tiene palabra (de modo que la primera vez que vio un rollo duro, lo llamó una roca de galleta).
Solíamos decir que la propensión a mantener a otras especies como mascotas, no para nada útil, sino como compañeros, era lo que nos separaba de otros animales, pero Koko no solo tenía una mascota, sino que también entendía las responsabilidades de tener una mascota.
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Alex, un loro gris africano, fue capaz de entender el inglés hablado (y crearlo, por supuesto, la siringe de un pájaro es capaz de producir sonidos del habla humana). No cosas como “cracker”, sino nombres de colores, nombres de formas, nombres de personas, construcciones de oraciones, etc. Y fue capaz de enseñar a otro loro a hablar y entender inglés.
Empezamos a hablar, probablemente antes de que nuestros cerebros fueran mucho más grandes que los de un chimpancé, por lo que no es un método de diferenciación.
Es posible que la única diferencia definitiva sea el nivel de civilización que hemos alcanzado. (Ciertamente no es destreza manual: los chimpancés jóvenes pueden pescar las termitas, casi ningún humano puede hacerlo, incluso después de haber sido enseñado).