¿Cómo tenemos libre albedrío si el Dios cristiano te enviará al infierno por tomar tus propias decisiones?
- ¿Por qué Dios te enviaría al infierno por cualquier acción que elijas (como elegir no creer) a pesar del hecho? Dios nos dio la capacidad de elegir. Si Dios no quería que eligiéramos un resultado que no le gusta, no debería habernos dado la capacidad de hacerlo.
- Suena como una espada de doble filo.
A2A.
Permítanme reformular esta pregunta para centrarme en lo que creo que es la preocupación central del interrogador:
“¿Por qué Dios me castigaría por usar el libre albedrío que me dio? Si me hiciera capaz de elegir; ¿No debería poder elegir lo que quiera?
- ¿Cuál es, en su opinión, la verdadera regla número uno?
- Creo que he fallado en la vida, ¿qué debo hacer?
- ¿Por qué le pasan cosas malas a personas buenas y cosas buenas a personas que no han sido buenas en el pasado y en el presente?
- ¿Por qué algunas personas creen en seres superiores (extraterrestres) pero no en un Ser Supremo (Dios)?
- ¿Cuál es la única sabiduría que le gustaría transmitir a sus hijos antes de morir?
De acuerdo con esa lógica,
- A nadie se le debe otorgar una licencia de conducir, ya que pueden optar por superar el límite de velocidad. O bien, deberíamos poder acelerar cuando queramos.
- Nunca debes entrar en una relación de ningún tipo, porque alguien podría ser infiel contigo. O, deberíamos ser libres para ser infieles todo lo que queramos. Son nuestras vidas.
- A nadie se le debe permitir tener hijos, porque pueden ser desagradables o abusar de ellos. O son nuestros hijos; podemos hacerles lo que queramos.
- A nadie se le debería permitir nunca hacer o poseer un cuchillo, porque podría usarse para lastimar o matar a alguien. O bien, deberíamos poder lastimar o matar sin temor al castigo.
- etc.
En otras palabras, lo que parece que estás definiendo como los escenarios ideales es que no hay libertad en absoluto, o estar libre de consecuencias.
Ninguno de esos es correcto. La maravilla de la libertad que Dios nos ha dado es la libertad de tomar buenas decisiones.
Somos hijos de dios Los niños abusan de la libertad que se les da. Todos los niños hacen esto.
Dios lo sabe Él sabe que abusaremos del libre albedrío que nos ha dado. Pero, así como el policía tiene que castigar al deslizador, debemos aceptar la responsabilidad de nuestras elecciones.
Dios nos ha dado la capacidad de elegir, pero no toma nuestras malas decisiones por nosotros. Simplemente nos permite recibir las consecuencias naturales de esas elecciones. Una de esas consecuencias es el castigo por el pecado.
No es porque Dios quiera castigarnos. Es porque tiene que castigarnos. Él ha dado una ley justa. Sin ley, no hay orden. Sin castigo, no hay ley.
Pero Dios también es misericordioso, y nos ha provisto un Salvador, para que no tengamos que sufrir las consecuencias de nuestros pecados para siempre. Contrariamente a la creencia popular, el infierno no es el destino permanente para los rebeldes y desobedientes. Es desagradable; tiene que ser. Pero muy pocos tomarán realmente las decisiones que requerirán que permanezcan en ese estado.
Sí, con libre albedrío podemos tomar malas decisiones. Pero, sin ella, tampoco podemos crecer. Así como debemos enfrentar las consecuencias de las malas elecciones, también somos libres de aceptar las bendiciones de las buenas elecciones. Al tomar buenas decisiones, aprendemos, crecemos. Nos hacemos mejores de lo que fuimos. Maduramos Nos volvemos más piadosos.
En el centro de este tema, también, está el amor de Dios. Si vemos a Dios como un ser punitivo, celoso, mezquino y simplemente sentado en una nube esperando que desobedezcamos para que pueda castigarnos, entonces no entendemos la verdadera naturaleza de Dios como un padre amoroso, invertido en nuestro crecimiento y felicidad eterna.
Piensa en tus propios padres y en lo que hicieron por ti. O, si tuvo padres desagradables, abusivos o ausentes, piense en otra persona a la que respete: un mentor. Aquellas personas que nos aman y tienen en mente nuestros mejores intereses nos darán un buen golpe de lengua cuando nos ayudará a convertirnos en nuestro mejor ser y evitar futuros dolores.
Eso es lo que le gusta a Dios. No te castigará por simplemente usar tu libre albedrío, pero tampoco te protegerá de cosechar lo que siembras. Siempre hay consecuencias en nuestras elecciones.
La libertad de elegir no es liberarse de las consecuencias.