La tierra, el agua, el fuego y el aire comprenden la naturaleza. La naturaleza es el primer y último dios de los seres humanos. Nos enseña generosidad.
La naturaleza nunca discrimina entre fuerte-débil, piadoso-pecador, rico-pobre. Dio los mismos beneficios a todos, independientemente de la casta, el credo y la religión.
La naturaleza nos enseña a dar lo que tiene sin ninguna discriminación y expectativa de retorno.
Cuando ayudamos a alguien y la persona olvida nuestros favores, nos enojamos y nos arrepentimos por la ayuda que le brindamos. Nos duele y nos pone tristes. Tales experiencias nos llevaron a la incredulidad en la humanidad. Por lo tanto, podemos convertirnos en un tipo reacio a los problemas, penas, penas y dolores de los demás.
- ¿Cuál es la cosa más importante en la vida que no debes hacer?
- ¿Deberían los robots hacer todo por nosotros para que los humanos puedan vivir y disfrutar la vida al máximo?
- ¿A quién “le gusta más” y “necesita más” en toda su vida?
- ¿Cuándo te diste cuenta de que necesitas mejorar tu vida?
- ¿Cuál es tu mayor logro hasta ahora en la vida?
En tales circunstancias, debemos recordar la naturaleza y su generosidad. Para no distraernos de las obras buenas y piadosas que son la base y la identidad del ser humano.
Gracias por A2A.