¿Alguna vez has sentido que los peores días de tu vida fueron en realidad los mejores días de tu vida y que la lucha valió la pena? ¿Cuál es tu historia inspiradora?

Gracias por A2A!

Siento esto todos los días. Todos los días.

Mi historia:

# 1:

Tenía siete años cuando un familiar cercano al que solía llamar “Bhaiya” (hermano) me penetró digitalmente. Él pondría sus manos en mi boca para que mis gritos no puedan ser escuchados. Solía ​​gritar de dolor. Mi vagina solía arder. Me obligaría a verlo masturbarse, de lo contrario me penetraría. Esto sucedió dos veces.

Impacto en mí: Mis académicos cayeron. De un topper caí a un nadie.

¿Por qué es digno? Salvé a muchos, literalmente, muchos niños del abuso sexual. Soy socialmente torpe, pero cuando se trata de contratar a alguien, me transformo en una heroína.

# 2

Un profesor mío me violó. Tres veces. Él todavía está ahí fuera, viviendo su vida al máximo mientras que a veces me estremezco recordando esos momentos oscuros. No pude hacer nada al respecto por mis padres. Es triste. Pero estoy obligado a arruinar su vida algún día.

Impacto en mí: cualquier compostura que había ganado sacudió por un tiempo. Los académicos cayeron, otra vez porque esas cosas se siguen repitiendo. Incluso si lo quieres o no.

¿Por qué es digno? Encontré personas que confiaban en mí y se destacaron cuando estaba deprimido. Encontré el amor de mi vida. E identificado quién era falso.

Hola Sidharth,

No puedo contarles sobre un solo día, pero cuando miro hacia atrás en mi vida, hay muchos incidentes, en los que he sentido, las cosas no van a mi manera, pero hoy, cuando miro hacia atrás, estoy satisfecho con todas esas experiencias de Vida y agradecimiento por, donde me ha puesto hoy.

Los peores días supongo que te refieres a una infancia deficientemente monetaria. La mayoría de nosotros que carecíamos de recursos en la infancia y luchábamos y progresábamos recordamos esos días como muy buenos recuerdos. Mi punto de vista es que tenemos una sensación de logro personal, por lo que narramos esos momentos con orgullo y los consideramos como los recuerdos más felices. Creo que de niño no nos preocupa mucho el dinero. Simplemente disfrutamos lo que tenemos. El otro día mi amigo de 9 años, mi hijo, estaba disfrutando con la goma de borrar. Insertó el lápiz en el centro del borrador y lo giró. No le faltan juguetes, pero disfrutaba de simples giros. De modo que en la infancia disfrutamos de todas y cada una, independientemente de los recursos financieros.