Reconozco que tiene mucho que ver con los pensamientos que surgen espontáneamente dentro de nuestra cabeza acerca de cómo las personas que nos rodean nos percibirían, ya que estamos a punto de embarcarnos en una iniciativa.
A menudo, los pensamientos son contraproducentes, como se describe en el famoso acrónimo ” F alse E vidence A pearing R eal”.
Sólo eche un vistazo a los niños. No tienen miedo al ridículo. Simplemente lo hacen.
¿Por qué no podemos ser como niños, después de todo lo que ya hemos pasado por esa curva de aprendizaje nosotros mismos? De hecho, lo hemos superado.
- Cada mente es igual, pero no lo es. ¿Qué tan cierto es esto?
- ¿Cuáles son las características de una mente verdaderamente única y original?
- Cómo desencadenar mi mente
- ¿Cuáles son los hechos alucinantes sobre Malasia?
- ¿Qué puedo hacer cuando un pensamiento negativo viene a mi mente?
Francamente, este miedo intrascendente al ridículo ha impedido que muchas personas ejerzan su potencial humano al máximo.
La única manera de salir de este límite autoimpuesto es asumir algunos riesgos y salir de su zona de confort, donde el aprendizaje y las oportunidades tienen lugar en el límite y más allá.
Solo piense en ese pajarito en el borde de su nido, con un pequeño codazo de su madre, mientras se embarca en su vuelo inaugural.