Primero, es puramente lógico y natural, cada uno valora lo suyo antes que los demás, una vez que los suyos están seguros y protegidos, luego son libres de ayudar a los demás.
Los menos afortunados, pobres, a menudo menos educados, menos saludables, vistos como menos civilizados, menos limpios, necesitados y menos ordenados han sido despreciados desde el principio de los tiempos. Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos es una frase popular que se repite a menudo y que muchos han usado desde el clero hasta la política.
La mayoría de los países como usted hablan de repetir los mismos métodos, acciones, tradiciones, enseñanzas y solo cosas en general que han resultado en sus situaciones. Los pobres siguen siendo pobres, los ricos se hacen más ricos, los que tienen poder se aprovechan de los que no tienen. Los que sufren parecen perpetuar su propia miseria ante los ojos de los forasteros.
Incluso los medios de comunicación ven esto como una noticia vieja, indigna de mucha cobertura. Después de todo, los medios de comunicación son un negocio que vive de la miseria de los demás, pero si a nadie más le interesa o no vende, no es rentable, por lo tanto, de hecho, no es tan valioso, literalmente.
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Lo que usted dice que son países en desarrollo, otros no lo ven como tal, si se estuvieran desarrollando, habría cambios, avances, mejoras. Lo que la mayoría ve es ningún cambio, más muertes, más sufrimiento, más angustia y aparentemente a manos de su propia gente. Los forasteros no ven resistencia, no ven impulso o motivación para cambiar las cosas para mejor.
En este tipo de situación, cualquier ayuda fuera del derrocamiento completo y la reestructuración es simplemente prolongar la agonía. Ninguna fuente única o una fuente combinada realmente desea absorber el gasto, poner en riesgo sus propias vidas, y derrocar a un gobierno, reestructurarlo, para un pueblo que no parece estar dispuesto a cambiar y que no les beneficia a ellos ni a otros. Entonces es probable que debido a esta falta de voluntad para cambiar, a menos que sean extraños o que se encarguen o controlen, es probable que se repita.
Es fácil tener opiniones, emociones y creencias de mentalidad estrecha, no hace falta pensar ni pensar. Es sobre todo respuesta, reacción o reflejo a un estímulo particular. Una cosa es ser parte del problema, otra es ser parte de la solución, aunque esto requiere reflexión, comprensión, ideas, conocimiento, planificación y acción, no solo preguntas.