A veces, los animales se encuentran atrapados en una situación tal que ni pueden huir de sus enemigos ni pueden luchar con ellos. En tales situaciones se ponen muy tensos. Diferentes animales reaccionan de manera diferente para deshacerse de los momentos tensos.
Para comprender este mecanismo de aliviar la tensión, tomamos el ejemplo de un niño de escuela que ha hecho algo mal y se enfrenta a su maestro. Se siente culpable y quizás también asustado. Él no puede escapar o pelear. Así que hace algo que parece incoherente, como rascarse la cabeza o morderse las uñas. Tales acciones le ayudan a aliviar su tensión.
De la misma manera, un ratón que está acorralado por un gato y no puede escapar, se sentará y se lavará la cara. Un pájaro asustado de un gato hará movimientos de picoteo (cuando los pájaros comienzan a golpear con sus picos). Un mono alivia su tensión al emitir diferentes sonidos. Del mismo modo, los perros alivian su tensión ladrando. Todas estas acciones están destinadas a deshacerse de la tensión. Estas son llamadas acciones de desplazamiento. Los animales actúan de tal manera para recuperar su estado normal. A veces pueden hacer daño. Todas estas acciones son sus acciones reflejas. Estas acciones ayudan a los animales a sobrevivir.
Para demostrar la acción refleja, un científico ruso Ivan Pavlov llevó a cabo una famosa experiencia con algunos perros. En este experimento, mostró algo de comida a los perros. Debido a esto sus bocas comenzaron a sonar la campana sin mostrar la comida. Los perros se acostumbraron tanto a la asociación del sonido de la campana y la visión de la comida que sus bocas todavía se regaban. Esto se llama reflejo condicional. Esto sucede involuntariamente cuando los animales son entrenados para algún propósito, comienzan a hacer estas cosas automáticamente. De manera similar la gente aprende estudiando y hablando.