¿Cómo mantener una personalidad “agradable” y ser asertivo?

En primer lugar, asegúrese de ser asertivo con respecto a una idea o acción. Si estás siendo asertivo solo para arrastrar a la otra persona, has perdido cualquier oportunidad de ser amable.

En segundo lugar, asegúrese de que la otra persona entienda que le gustan. Si piensan que no está de acuerdo con ellos porque les disgustan personalmente, cualquier intento de parecer agradable resultará manipulador.

Tercero: ser capaz de hacer un caso para su posición. Si no tiene buenas razones para ser asertivo, probablemente no debería estar discutiendo en primer lugar.

Cuarto: el humor ayuda. Es difícil que la gente te disguste cuando los has hecho reír. No puedes usar el humor demasiado pronto; si tratas de hacer reír a la gente cuando ya te han disgustado, pensarán que eres una persona elegante. Usar el humor desde el principio le dice a la gente que no te tomas tan en serio que no pueden discutir contra ti, y mientras más personas presenten argumentos, más posibilidades tendrás de presentar puntos de contraataque y solidificar tu caso (a menos que no tiene contrapuntos, en cuyo caso, vea el punto tres). El humor también ilustrará que el desacuerdo no es personal: es difícil ser alegre si estás atacando personalmente a alguien, por lo que la mera capacidad de ver el lado más ligero ayudará a la otra persona a saber que no se trata de ellos. .

Quinto: en realidad ser una buena persona. La gente se dará cuenta rápidamente si estás “dando aires” para ser bueno solo para ganar una discusión.

Date cuenta de que ser amable no es lo mismo que renunciar a tus pensamientos. Es mejor decirle cortésmente a alguien que no te gusta cómo cruzan tus límites que retenerlo y resentirlo silenciosamente por ello.

Mantener tus límites es cómo puedes ser amable y asertivo al mismo tiempo.