¿Qué realización te descubrió en tu vida de un evento, una persona, un conocimiento o un error que realmente te sorprendió o te agitó emocionalmente?

Yo era una tercera niña no deseada en mi casa. Como soy el más joven de mi familia, crecí siendo muy mimado y un poco mimado también. Pero cuando tenía entre 5 y 6 años, escuché de mi abuela que nadie era feliz cuando nací. Más bien, todos lloraban y todos los familiares ingresaron al hospital para darle consuelo a mi madre. Mi propio padre fue a verme después de 2 días.

Desde entonces quedó grabado en mi mente y hasta mi último día no puedo olvidarlo. Justo allí decidí que nunca le pediría nada a mi padre ni a ninguna otra persona, seré independiente y nunca buscaré consuelo ni ninguna dependencia de nadie. Creí que estaba a la altura de eso.

Llegando a la jornada donde se dio la realización. Fue mi segundo novio, quien me dio por sentado, me trató como una opción. A veces me trataba como a una basura. Le daba muchas oportunidades que ni siquiera pedía. No pude renunciar a él. Estaba en una depresión extrema. Un día me di cuenta de que dependía de él solo para ser feliz y dependía de él emocionalmente. Allí todo mi mundo se dispersó. Toda mi vida traté de ser independiente, el yo justo me estaba riendo de mi propia cara. Lo que me he hecho a mí mismo. Me sentí débil y seguí llorando. Me condené a la autocompasión y al odio por mí mismo.

Estuve en depresión por alrededor de 3 años. Tomó esfuerzos extremos y dedicación para combatirlo. Decidí dentro de mí que voy a mejorar. Me merezco mucho más mejor. Fue extremadamente importante perdonarme a mí mismo, pensar que todos somos humanos, cometemos errores y no soy diferente. Ámame de la misma manera que espero que otros me hagan. Aceptarme como soy. Trabajé en mí mismo, ‘hago los cambios en ti que quieres ver’ y lo hice. Hoy tengo mucha más confianza y me siento mejor.

Así que esa es mi historia. Gracias por leer.