Una vez, un hombre, en gran desesperación, deprimido con todas las penas en su vida, fue a encontrarse con el ángel de la vida con su bulto de dolor. Derramó su corazón al ángel de la vida y le preguntó a ella por qué tenía que enfrentar tales dificultades en la vida.
El ángel de la vida, simpatizó con él y lo llevó a una habitación con una mesa grande.
Ella dijo: “Estos son los manojos de dolor de todas las personas en el mundo, puedes pesarlos todos e intercambiar tu paquete de dolor por el más ligero”.
El hombre satisfecho con la oferta comenzó a pesar todos los paquetes uno por uno. Al final, se encontró con el bulto más ligero y se lo mostró al ángel.
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El ángel sonrió y respondió: “Querido, este es el paquete que habías traído contigo”.
La hierba es siempre más verde en el otro lado. Todo depende de nuestra percepción. En lugar de lloriquear, despreciar lo que otros tienen, y usted no, debemos aprovechar al máximo lo que tenemos y agradecerle al Todopoderoso por ello. Dado que todas las cosas que damos por sentado, pueden ser un lujo para alguien más en este planeta