No estoy seguro de poder ubicarlo en una filosofía en el sentido académico. Poniéndome el sombrero de filósofo, estaría buscando una aclaración sobre lo que significa ser más humano contra menos humano. Creo que la respuesta de William Ranger es ir en la dirección correcta si estuviéramos dispuestos a ajustar la pregunta a algo como:
“Cuanto más sufrimos, más oportunidades tenemos de entender quiénes somos realmente”
Si observamos cuidadosamente nuestro sufrimiento y hacemos un esfuerzo para determinar sus causas, aprendemos algunas cosas:
1. Muchas veces somos la causa de nuestro propio sufrimiento. Por supuesto, tenemos poco control sobre la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, pero nuestro sufrimiento cotidiano suele ser el producto de nuestros apegos y aversiones.
- ¿Crees que se puede inventar una tecnología que haga a los humanos inmortales? ¿Cuáles serán sus consecuencias en el punto de vista espiritual?
- ¿Cómo prueba un hombre que no exigió una dote en un caso de dote?
- ¿Cuáles son las probabilidades de que una población viable de la humanidad se escape a otro planeta antes de que la Tierra se vuelva inhabitable?
- ¿Por qué la vida humana es de alrededor de 100 años?
- ¿Qué impulsa a las personas a ‘hacer del mundo un lugar mejor’ o ‘tener un impacto en el mundo’?
2. Parte de este sufrimiento auto generado es causado por una visión incorrecta de quiénes somos realmente. Vivimos la vida como somos inmortales y por siempre jóvenes. Damos por sentado la belleza y la abundancia que nos rodea. Nos las arreglamos para perdérnoslo o, peor aún, nos resulta insatisfactorio. De alguna manera nos arrebatamos el fracaso de las fauces del éxito.
Si estamos dispuestos a actuar de acuerdo con nuestro comportamiento hacia atrás, y vivir como un verdadero humano (mortal, frágil y bendecido), solo podemos acercarnos a la felicidad. Como William afirma arriba, “Cualquiera puede maximizar su grado de libertad. El método es [simple (no fácil)] y gratuito”.