El fotógrafo Steve Mccurry hizo clic en esta imagen en 1984. La musa Sharbat Gula tenía apenas 12 años. Se casó poco después. La belleza de la imagen se encuentra en los ojos verdes. ¿Cómo la cara maltratada exuberante miedo y más evidentemente; incertidumbre Contando la historia de Pashtuns a través de los niños, los más afectados por la invasión extranjera y la disputa religiosa. Hablando poéticamente, el fotógrafo intenta imbuirse de este hecho y manifestar la realidad de los afganos en el mundo, un mundo que se ha reducido en sus lujosas madrigueras. La mejor parte de esta imagen icónica es que la imagen es suficiente para hablar por sí misma y por toda la nación afgana. Pero lo que más me interesa es la secuela de esta historia … En 2000, Steve Mccurry regresó a Afganistán para encontrar a Sharbat Gula. Conoció a muchas mujeres que decían ser ella, con la esperanza de obtener un beneficio monetario, para su decepción, todas eran falsas. Luego fue guiado a Pakistán, y una vez más tuvo la esperanza de que encontraría a Sharbat Gula y encontraría a él. Sharbat ahora era Bibi Aisha, una de las millones de refugiados afganos que viven en Pakistán. Ahora tenía unos 30 años. Pero parecía mayor. Ella tenía hijos y nietos ahora. Los dientes perdidos y las arrugas prematuras hablaban por sí mismos. Habló con ella, ella no recordaba mucho. Sin embargo, sus ojos eran inequívocos, una vez más. Steve habló sobre su estado actual, su identificación falsa, etc. (Después de su nuevo descubrimiento, las identificaciones falsas utilizadas por los Pashtuns afganos para entrar en Pakistán han creado un nuevo debate). Se desarrolla una historia diferente, la difícil situación de los refugiados afganos, más de 1 millón de personas desplazados, desprovistos de hogares y sus naam y namoos (dignidad y honor).
- Steve ayudó a su familia con dinero y se fue. Sin embargo, la historia sigue siendo incompleta, por ser el rostro de un Afganistán devastado por la guerra, Bibi Gula se convierte en un rostro una vez más, el rostro de un Afganistán desplazado. Me alegro de que estemos cuando ella se convierta en la cara del Feliz Afganistán, pronto