La naturaleza es observable y está en todas partes. Toda la vida, todos los elementos del entorno, la atmósfera y todos los fenómenos planetarios, todo el universo tal como lo conocemos. Todo esto existe y se puede observar.
Las leyes naturales son simplemente un conjunto de observaciones que los seres humanos han hecho sobre la naturaleza. Son, a falta de una mejor metáfora, el color de la naturaleza. Sabemos que la naturaleza funciona de cierta manera y hemos elegido llamar a estas formas las “leyes” de la naturaleza. Ahora que lo pienso, es una forma bastante antropocéntrica de definir el mundo. Las leyes son una cosa peculiarmente humana y existen solo dentro de las sociedades humanas. No es de extrañar, entonces, que veamos un reflejo de nosotros mismos en la naturaleza.
Esto parece redundante porque cuando nos vemos reflejados en la naturaleza, enfatizamos la noción de nuestra otredad de la naturaleza. En realidad, no hay otredad. Somos tan parte de la naturaleza como lo es la hierba, o un rinoceronte. Los seres humanos están completamente incluidos en la naturaleza. No hay ningún aspecto de la condición humana que la ciencia haya observado que esté más allá de la naturaleza.
Entonces, para responder a la pregunta, la naturaleza existe. Y existimos como partes de la naturaleza. Las leyes de la naturaleza son nuestra forma de definir la naturaleza. De hecho, podría ser justo decir que las leyes de la naturaleza SON naturaleza.