¿Por qué le pasan cosas malas a las personas buenas y al contrario, por qué le pasan cosas buenas a las personas malas?
Esta pregunta ha intrigado a filósofos y laicos durante milenios.
Si uno cree en Di-s, y Di-s es bueno, ¿cómo puede permitir tal cosa como el mal?
Esta cuestión de teodicea ha provocado que muchas personas se alejen de Di-s.
- ¿Eres competitivo con los demás, contigo mismo o no lo haces? ¿Cómo afecta esto a tu vida?
- ¿Cuál es la experiencia que te enseñó algo que desearías haber sabido antes?
- ¿Cuál es la cosa más satisfactoria que has hecho en tu vida universitaria?
- ¿Cuál fue el momento más oscuro de tu vida y cómo saliste de él?
- ¿Cuál crees que fue tu mayor error en tu vida?
Como ateo, sería fácil explicar que a las personas buenas les suceden cosas malas por mera coincidencia y casualidad. Adoptar una actitud de “así es la vida” hace que muchas personas dejen de hacer preguntas y comiencen a quedarse atrás en sus propios destinos.
Como creyente en Di-s, está bien hacer preguntas. Incluso para enojarse.
“¿Cómo puedes permitir que esto suceda?”
“¿Cómo podría ser esta terrible situación” por mi propio bien? “”
Es parte de la creencia saber que simplemente no sabemos.
Si Di-s lo sabe todo, todo lo ve y es omnisciente en todo pasado, presente y futuro, su justicia no se parece en nada a nuestra justicia.
No necesariamente ayuda a alguien que está sufriendo en este momento, saber que su sufrimiento no lo ayudará en este momento, sino que puede ayudar a alguien dentro de cien años. Sin embargo, saber que hay una razón, que hay un significado para nuestras vidas, para nuestro sufrimiento, para nuestras pruebas diarias, nos da un punto focal para nuestras vidas.
Di-s hace todo para nuestro beneficio y la razón por la que hay algo llamado maldad y sufrimiento es parte de eso.
Uno no puede tener el bien sin su opuesto, o de lo contrario viviríamos en un mundo gris de robots, nadie haciendo lo correcto o lo incorrecto.
También nos permite el sorprendente fenómeno llamado libre albedrío. Si cada vez que una buena persona hiciera algo bueno ganara la lotería y cada vez que una persona mala hiciera algo malo, un rayo lo golpearía, nadie tendría más remedio que ser bueno, o moriría. Nadie ejercitaría sus propias conciencias, nadie tendría la oportunidad de demostrar su propia fuerza de voluntad y autodisciplina. Nadie aumentaría su fuerza de carácter, si la única opción fuera ser bueno.
No todos estamos en este gran desastre debido a una coincidencia.
No lo entiendo y probablemente no lo entenderé todo.
Está bien.
Sé que hay una razón, por eso creo.