¿Cuál es la historia que te gustaría compartir con el mundo hoy?

Una hermosa niña de 6 años esperaba con su madre afuera de una tienda, esperando que abriera. Su hermoso cabello rojo y sus pecas eran la imagen perfecta de inocencia. Fuera de la tienda, estaba lloviendo mucho, algunas personas se reunieron afuera esperando pacientemente, algunas irritadas debido a las molestias. La vocecita de la niña rompió el silencio mientras decía:

“Mamá, vamos a correr a través de esta lluvia”.

¿¡Qué!?

“Mamá, vamos a correr a través de esta lluvia”.

“Nos empaparemos si lo hacemos”.

“No, no lo haremos mamá, eso no fue lo que dijiste esta mañana”.

“¿Esta mañana? ¿Cuándo dije que podíamos atravesar esta lluvia y no mojarnos?

“” ¿No recuerdas cuando estabas hablando con papá hoy por la mañana sobre su cáncer, dijiste, si nuestra fe puede ayudarnos a superar esto, podemos superar cualquier cosa! “

Todos se detuvieron y se quedaron en silencio. La madre pensó por un momento qué decir.

Este fue un momento de afirmación en la vida de un niño pequeño. Un momento en que la confianza inocente se puede alimentar para que se convierta en fe.

“Cariño, tienes toda la razón, corramos bajo la lluvia”.

Puede haber momentos de tristeza, tristeza, arrepentimiento, devastación, caída de sueños, pero siempre recuerde: su fe puede ayudarlo a superar esto.