Nos definen de varias maneras, pero lo que la cultura nos hace es único.
Ya sea que un coreano coma sorbiendo sus fideos con palillos hechos de metal, o un pastor beduino que coma cuscús con sus propias manos, lo que nacemos y con lo que crecemos es lo que le mostramos al mundo. Es lo que somos.
Por supuesto que hay lenguaje. La clave del corazón de cualquier grupo nacional es aprender su idioma. Esto puede explicar la cultura más fácilmente que cualquier discurso o demostración.
Ya sea que se trate de razas de camellos en Arabia o de caza de ballenas en Canadá / Alaska / Groenlandia en el extremo norte, nos definen las sutilezas de la naturaleza: la duración de las horas de luz solar, el ángulo de los rayos del sol, la migración del caribú. Aquellos de nosotros que vivimos en ciudades probablemente somos mucho más similares a los que viven en el país, ya que la globalización es una fuerza que promueven los medios de comunicación (¿sin saberlo?).
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