Yo diría que una democracia social basada en el mercado sería el camino a seguir.
Desde una perspectiva de poder puro puro, el modelo capitalista puro ha demostrado ser el generador más efectivo de riqueza.
Sin embargo, el capitalismo puro también ha demostrado ser altamente inestable, ya que tiende a generar grandes cantidades de desigualdad, ya que hay demasiadas leyes de poder dentro de él (básicamente, eso significa que los ricos tienden a volverse más ricos y los pobres tienden a permanecer más ricos). pobre).
Sin embargo, si modera una economía de mercado pura con una cantidad saludable de regulación y redistribución estatal, puede aprovechar la efectividad del capitalismo, sin sus inconvenientes de desigualdad, conflicto social y guerra de clases.
Por lo tanto, yo preferiría un modelo económico de laissez faire en el que se permitiera la libre empresa, pero con una supervisión gubernamental sólida para proteger los derechos de los trabajadores, los derechos de los consumidores, la protección del medio ambiente y la libre competencia.
Sin embargo, restringiría la libre empresa en tres áreas, donde creo que el estado debería tener un papel más intermedio:
1 – Banca, porque quien controla la banca y las finanzas controla todo lo demás. La banca debe ser una extensión del sistema monetario y, como tal, debe ser proporcionada por el estado en igualdad de condiciones con todos los ciudadanos y empresas.
2 – Energía, porque, nuevamente, quien controla la energía controla cada parte de la economía. Además, la energía eléctrica es un monopolio natural, y quien la controla, puede distorsionar el mercado y apuntar a la búsqueda de rentas, lo que es económicamente inefectivo. Por lo tanto, al menos la distribución de energía debería estar en manos del estado, incluso si la generación de energía podría estar abierta a la empresa privada.
3 – El transporte, porque el transporte es una parte vital de la gestión del territorio. Si deja el transporte al sector privado, tenderá a concentrarse solo en las líneas más rentables y dejará sin servicio los territorios restantes. Por lo tanto, necesita que el estado proporcione una red de transporte universal, que pague las conexiones de cohesión que pierden dinero con las ganancias de las conexiones más rentables.
En todo lo demás, probablemente sea mucho mejor dejarlo en manos de la libre empresa de la economía privada, de acuerdo con las normas modernas de trabajo, medio ambiente y protección del consumidor.