¿La mayoría de las personas que viven en la pobreza lo saben?

¡Por supuesto que lo hacen!

Imagina por un momento que tienes que decidir comer o pagar tu factura eléctrica. ¿Qué elegirías? ¿Pensarías, incluso por un segundo, que esta es una elección que la gente debería tener que hacer?

Imagínese por un momento que no puede comprar artículos escolares para su hijo. No hay cuadernos, papel, bolígrafos, o kleenex para el aula. ¿Te sentirías normal?

Imagine por un momento que su automóvil se ha averiado, vive a 10 millas del trabajo y no puede costear la reparación. ¿Qué haces? ¿Tu decisión se siente “normal”?

Imagina que te han ofrecido un buen trabajo, con salarios decentes, quizás incluso uno o dos beneficios. Ahora comprenda que no puede aceptar el trabajo porque no puede comprar ropa adecuada para la oficina. ¿Te darías cuenta en ese momento que eres pobre?

Vivir en la pobreza no se siente “normal” para nadie. Cuando eres pobre, nunca olvides que eres pobre. No hace ni un segundo el recordatorio de que no tienes nada para dejar de parpadear en tu cabeza.