De hecho, sentí esto varias veces.
En primer lugar, esta podría no ser la respuesta que esperaría. Pero diablos, es una correcta.
Cada vez que esto sucedía cada vez que me enfermaba. La rutina es así,
1). Me siento enfermo.
- Si solo puedes decir una palabra en toda tu vida, ¿qué dirás?
- ¿Están mis mejores días detrás de mí?
- ¿Cómo saber si ser un redactor es adecuado para ti?
- Cómo dejar de pensar que no merezco las cosas.
- ¿Por qué no puedo simplemente descansar?
2). Todo se vuelve aburrido.
3). Intento minimizar mi conexión con todos.
4). Me cedo en mi propio mundo. (trabajo, estudios, libros, internet etc.)
Pero tengo la suerte de no poder desconectarme por completo. Tengo amigos y familiares. Pronto por sus esfuerzos y oración me recupero,
luego solo comenzaría mi púlsar y saldría a disfrutar de lo hermoso que es la realidad.
La sensación de volver a la realidad es realmente memorable. Es como despertarse de un mal sueño. Ahora tenemos todo tipo de sueños que cumplir, dejamos de perder el tiempo. Ya hemos desperdiciado lo suficiente. Comenzamos a ver la belleza en la realidad siempre presente que no habíamos valorado antes.