-Por supuesto, todos y cada uno de nosotros somos obras de arte. Somos el producto de expresiones e impresiones hechas de nuestras experiencias y de las personas que nos rodean. Forman nuestra personalidad haciéndonos a todos únicos. Esta fue mi respuesta inicial, escrita a toda prisa. Sin embargo, alguien me preguntó si quería decir que todos son artistas. Tal vez esto te daría una imagen más clara …
En primer lugar, sí, todos somos artistas. Lo que la mayoría de la gente se relaciona con ser un artista es tener una imaginación. Bueno, el problema es que, seamos pintores, maestros, estudiantes o solo el Joe promedio, Nosotros. Todos. Tener. Un. Imaginación.
Lo que impide que la mayoría de la sociedad se exprese libremente son los crisismos tales como; “Qué mal dibujo” o “Su baile es malo”
Eso es una tontería!
- ¿Qué tan confiables de una investigación son los “5 grandes rasgos de personalidad” (modelo OCEAN de cinco factores)?
- ¿Hay un subtipo INFJ?
- ¿Cuáles son algunos ejercicios diarios, para convertirme en un extrovertido de un introvertido?
- ¿Qué es mejor? ¿Ser introvertido o extrovertido?
- ¿La prueba de Myers-Briggs no tiene ningún significado?
Bueno, aquí está la cosa, no hay mala imaginación. No hay mal artista. Creamos nuestras propias formas de arte, no replicamos otra. Eso es lo que nos hace únicos a todos.
El arte no debe ser disminuido a simples esculturas, músicos y pintores. Eso, es la falta de imaginación. De eso no se trata el arte. El arte incluye la forma en que hacemos lo que hacemos; Desde nuestra conducta diaria (el arte de vivir) hasta las conversaciones cotidianas (el arte de la comunicación) nos expresamos nuestras opiniones.
Sí, todo el mundo es un artista.
En segundo lugar, para explicar mi declaración anterior, al expresarnos nunca debemos olvidar que nuestras acciones pueden afectar a otros. Al leer esto, modifico o hago valer tu opinión, ya sea que estés de acuerdo o tal vez estés pensando, no no, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO !!! Si es así, por favor, comenta y comparte tus opiniones, y te responderé.
Nuestras acciones tienen consecuencias, es similar a cómo un artista agrega un trazo de azul cerúleo sobre un lienzo al óleo de un paisaje desértico y, al mirar de cerca, crees que puedes ver un oasis. Excepto que en la vida, somos piezas de arte en constante cambio y en constante evolución.
Y su belleza está en el ojo del espectador.