Sí, pero luego tenemos que decidir si son las respuestas correctas. En mi experiencia, se puede encontrar respuestas fáciles a problemas complejos, pero la mayoría de las veces, la respuesta fácil no es la respuesta correcta.
Para resolver un problema complejo, tendrá que hacer un montón de trabajo complejo para encontrar la solución. Incluso después de hacer todo el trabajo, puede descubrir que su respuesta no se ajusta al problema.
En cuanto a las preguntas difíciles, que son diferentes de las preguntas complejas, en su mayoría depende de dónde y de lo que esté dispuesto a resolver.
Una de las preguntas más difíciles de responder es: “¿Existe Dios?”
- ¿Tienes un alma vieja?
- ¿El confucianismo sigue siendo relevante hoy en día?
- ¿Cómo ha cambiado tu vida la realización de la no existencia del libre albedrío?
- ¿Hasta qué punto estás de acuerdo en que el conocimiento es poder?
- ¿Hay vida después de la muerte? ¿Alguien ha tenido la experiencia de estar muerto por un minuto más o menos y volver a la vida?
Primero, depende de cuál sea tu definición de dioses. Una vez que lo hayas resuelto, entonces tienes que decidir si el dios que estás buscando realmente existe. Si decides que lo hace, entonces tienes que decidir cómo este dios interactúa con la humanidad, o si lo hace.
Para cada respuesta, habrá más preguntas, esa es la naturaleza del conocimiento. Cualquiera que me diga que un dios existe debido a un sentimiento, o porque tiene evidencia anecdótica, eso no es una prueba. Puedo afirmar que un dragón vive en mi garaje y nadie puede demostrar que no, pero eso no es una respuesta. Eso es pedirle a alguien que demuestre algo negativo. Eso es imposible.
Por supuesto, cuál es mi respuesta estándar cuando alguien me pide que demuestre que su dios no existe. Les digo que prueben que mi dragón no existe, y luego nos iremos de allí. Como no pueden probar que mi dragón no es real, tampoco tengo que preocuparme por refutar su afirmación.
Y la pregunta sigue sin ser probada. La prueba sin evidencia no es prueba. Eso se llama fe.
Personalmente, no me importa si las personas creen en dioses, ese es su negocio, no el mío. Mi problema comienza cuando deciden que necesito creer en su dios.