El otro día vi un documental sobre un adolescente ciego japonés que escucha los ecos de los diferentes lugares a los que va. Es un murciélago humano. Increíble. Él hace sonidos de chasquidos que le hacen eco, de una manera particular, diciéndole, por ejemplo, que hay una distancia de diez pies por delante.
Ahora fuiste y conseguiste mi cabeza pensando en los otros dos, mencionaste. Me gustó la cuestión de la personalidad. Nuestros sentidos visuales recogen información sobre una persona de cómo se ven, se presentan y se visten. Al igual que el bate que evita una pared, la información que recibimos de otros determinará qué camino tomar, similar al bate. El eco continuo de la información que recibimos sirve para definir a la persona, el lugar y la cosa a través de la lente de la propia personalidad.
En cuanto a la mente, sabemos que emana todo tipo de señales, incluso cuando una persona está en reposo. En el caso de la mente, no creo que tenga el atributo bat, excepto por la importancia esencial de la interpretación de las señales. La entrada sensorial viene a través de otros sentidos. Eso también se aplica a la voz y la mente.
Creo que eso tiene sentido.