No. No tienes que dejar de bromear. Tienes que ser selectivo.
También hago muchas bromas y, a veces, mi esposa se cansa de mí y de mis bromas.
Pero selecciono a las personas cuidadosamente antes de elegir ser divertido o tratar de ser divertido.
También elijo la ocasión / situación, o contexto sabiamente.
- ¿Cuáles son algunos incidentes hilarantes que ha experimentado en su oficina / lugar de trabajo?
- ¿Cuáles son los mejores chistes sobre la reina británica?
- ¿Los animales tienen un concepto de humor?
- ¿Tienes una historia divertida sobre tu gato / perro?
- ¿Cuáles son algunas cosas divertidas que sucedieron mientras estabas tocando música en vivo?
No puedes bromear en una ocasión seria.
No siempre puedes estar bromeando. De lo contrario terminarás como el niño que gritó “lobo”.
Solo la experiencia y la madurez te dirán cuándo bromear es apropiado y cuándo no.
La calidad de tus chistes también importa. Algunos de nosotros pensamos que algo es divertido, pero esa es solo nuestra impresión. Puede que no sea gracioso para otro. Puede ser crudo para otros o simplemente vulgar. También puede ser patético para algunas personas cuyos estándares de humor son altos.
Busque las expresiones faciales de la persona con la que está siendo gracioso mientras habla.
A ver si es receptivo y tiene una expresión de anticipación y si finalmente al menos sonríe al final en reconocimiento, si no se echa a reír.
Su experiencia con más de estas personas le dirá cuán efectivo es usted.
Nunca bromees con una persona la primera vez que te encuentres con él. Nunca bromee en reuniones oficiales en la oficina a menos que usted sea el jefe.
Tenga cuidado con los chistes sobre religión, casta, identidades regionales, comunidades y sobre las celebridades que son veneradas por cualquier grupo.
Los chistes pueden ser divertidos, pero también pueden ser peligrosos y provocarle serios problemas a menos que se compartan en círculos íntimos cerrados.
El humor es un gran tónico pero se ha vuelto peligroso hoy en día.
Hay una cosa que puedes hacer con seguridad. Haz bromas sobre ti mismo y sé despiadado. Nadie se opondrá. Pero, ¿tienes la capacidad de reírte de ti mismo también? Esa es la verdadera prueba de tener “un sentido del humor”.
¡Feliz broma!
GV