Lamentar. Culpa. Vergüenza.
Estas son tres de las emociones más oscuras que cualquier humano experimentará. Todos nosotros sentimos estas cosas en diferentes momentos de nuestras vidas, especialmente después de tomar una decisión “mala”. De hecho, hay ciertas situaciones que algunos de nosotros rebobinaríamos (o eliminaríamos) si pudiéramos. Sin embargo, la realidad es que hay una cantidad infinita de razones por las cuales nunca debemos arrepentirnos de ninguna de las decisiones que tomamos en nuestras vidas.
Aquí hay 12 de ellos:
1. Cada decisión te da la oportunidad de tomar crédito por crear tu propia vida.
- ¿Cuál fue la cosa más loca que te haya pasado?
- Cómo superar el arrepentimiento de no haber ganado lo suficiente en mi carrera
- ¿Alguna vez has superado un arrepentimiento? Si es así, ¿qué pasó y por qué cambió tu mentalidad?
- ¿Cuál ha sido el peor error que ha cometido como ingeniero civil?
- ¿Cuál fue la realización más satisfactoria que eventualmente te cambió como persona?
Las decisiones no siempre son el resultado de una contemplación reflexiva. De hecho, algunos de ellos están hechos solo por impulso. Independientemente de la decisión, en el momento en que lo tomaste, era algo que querías o no lo habrías hecho (a menos que alguien te apuntara con un arma).
Esté dispuesto a asumir las decisiones que tome. Sé responsable de ellos. Asume la responsabilidad y acéptalos.
2. Al tomar cualquier decisión que involucre a tu corazón, tienes la oportunidad de crear más amor en el mundo al difundir el tuyo.
Tu amor es un regalo.
Una vez que tomes la decisión de amar, hazlo sin reservas. Al darte de ti mismo, expandes tu capacidad de expresar y recibir amor. Usted se ha sumado a la bondad de nuestro universo al revelarle su corazón.
3. Al experimentar la decepción que podría venir con el resultado de una decisión, puede impulsarse a un nuevo nivel de evolución emocional.
No te estás haciendo ningún favor cuando intentas salvarte de la decepción. La decepción le brinda la oportunidad de redefinir sus experiencias en la vida. Al refinar sus habilidades de reformulación, aumenta su capacidad de recuperación.
4. Las decisiones “malas” son tu oportunidad de dominar el arte del perdón a ti mismo.
Cuando tomas una decisión “mala”, eres la persona que suele ser más dura contigo misma. Antes de que pueda aceptar las consecuencias de su decisión y seguir adelante, debe perdonarse. No siempre harás elecciones perfectas en tu vida. Reconoce la belleza de tu imperfección humana, luego avanza y sigue.
5. Debido al paso en falso ocasional, te permites vivir una vida en Technicolor.
Enfado. Alegría. Tristeza.
Estas emociones agregan pigmento a tu vida. Sin estas cosas, te sentirías sin alma. Tu vida sería en blanco y negro.
Tome sus decisiones con gusto. Respira con fuego. Estás aquí para vivir en color.
6. Su capacidad para tomar una decisión es una oportunidad para ejercer la libertad que es su derecho de nacimiento.
¿Cómo te sentirías si no tuvieras voz en esas decisiones con respecto a tu vida? ¿Te sentirías impotente? ¿Restringido? ¿Asfixiado?
Ahora, concéntrate en lo que se siente al tomar las decisiones que deseas tomar. ¿Qué sientes? ¿Libertad? ¿Libertad? ¿Independencia?
¿Qué sentimientos quieres sentir?
Libertad. Libertad. Independencia.
Como la suerte lo tiene, la libertad que deseas es tuya. Agradézcalo por cada decisión que tome, “buena” o “mala”.
7. Cuando tomas una decisión que resulta en una consecuencia desagradable, refinas lo que quieres en tu vida.
A menudo no es posible saber lo que quieres hasta que experimentas lo que no quieres. Con cada decisión, experimentará consecuencias. Use esos resultados como un punto de partida para algo diferente (y mejor) en su futuro.
8. Al sentir que el dolor de una decisión “salió mal”, te permites disfrutar de la magnificencia de una decisión “salió bien”.
No conocerás la luz sin oscuridad, el amor sin dolor, ni el coraje sin miedo. Cuando estés experimentando algo no deseado, abrázalo. Esa situación, persona o cosa te permitirá reconocer (y atesorar) el brillo de lo que deseas cuando se convierte en tuyo.
9. Por cada decisión “fallida”, tomará una decisión “exitosa”.
Incluso si no golpea la marca cada vez, al continuar tomando decisiones, se está dando cuenta de varios de los propósitos de su vida: experimentar, aprender y sentir. Aunque no todas las decisiones funcionan, cuando lo hacen, no hay nada más que afirme la vida. Y, cuando pruebes esta gratificación, te inspiras a avanzar hacia más de lo que deseas.
10. No cometerás errores. Solo tendrás experiencias.
Comience a pensar en las decisiones “malas” como oportunidades de aprendizaje. Al tomar cada decisión como una oportunidad para aprender, volverás a cablear tu cerebro por completo. Este recableado conducirá a diferentes pensamientos y creencias.
Cuando comienzas a creer de manera diferente, tu mundo se desplegará de manera diferente. Cómo se manifiesta este despliegue es su elección.
11. Los resultados “malos” te permiten ver que no eres tu decisión.
Sus decisiones no lo definen como una persona “buena” o “mala”. Tus decisiones te ayudan a recordar la sabiduría siempre presente en tu propio corazón. Los resultados de tus decisiones pueden servir como una llamada de atención para recordar quién eres realmente: la perfección divina.
12. Dependiendo de cómo elija pensar, podrá ver que cada decisión tiene valor.
Hay un don en cada decisión que hayas tomado. Con un cambio en el pensamiento, llegarás a comprender esos dones. Todo lo que tienes que hacer es preguntarte: “¿Cuál es el don en esto?”
Y luego escucha a tu corazón hablar.
Gracias por darme la oportunidad de asesorar.
MD General
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