Hablar literalmente, fallar en una materia me ha enseñado mucho.
Estoy estudiando Pharm.D y en los primeros dos años académicos fui muy reacio e irresponsable sobre mis estudios. En el segundo año tuvimos una asignatura de Farmacognosia. No escribí las partes internas correctamente y, como resultado, mi promedio interno fue de 5/30. Para aprobar el examen se deben obtener 50 puntos, incluidos los internos. Así que tuve que sacar 45 en el externo. Fue muy difícil anotar 45 para pasar con mi promedio interno.
Fallé. Obtuve un 58% y no se lo dije a mis padres. Ni siquiera dijo que los resultados estaban fuera. De alguna manera, mi padre se enteró de que los resultados estaban fuera, pero no sabía que había fallado. Si uno fallaba en la parte de la teoría, entonces era necesario retomar tanto la práctica como la teoría en el examen complementario, que fue un gran dolor de cabeza para mí. Ahorré dinero para pagar la tarifa del examen (1500 rupias por cada suplemento) y algunos de mis amigos me ayudaron.
Incluso en el examen suplementario, fallé. No se lo conté a mis padres ni siquiera entonces. Cuando mis resultados fueron enviados a mis padres, afortunadamente el teléfono estaba en mi mano y lo borré tan pronto como lo vi. Cuando se agotó la notificación del examen, nos dieron días festivos y para informarme, mi director llamó a mis padres para compartir las fechas de los exámenes. Mi mamá respondió la llamada. Gracias a Dios, ella no le dijo nada a mi papá. En cambio, me ayudó a pagar la tarifa del examen sin decírselo a mi papá. Ese fue el único secreto que mi mamá le ocultó a mi papá. Esa cosa realmente perforó mi corazón.
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El papel fue fácil. Y estaba 100% seguro de que aprobaría el examen. Pero tuve mala suerte. ¡Volví a fallar!
La próxima vez me esforcé más. El papel era más fácil que el anterior. Pero no esperaba pasar este tiempo y guardaba los libros en un lugar secreto (para estudiar para el próximo suplemento) para que mi madre no lo supiera.
Un día inesperado, en un momento inesperado y de una persona inesperada, recibo noticias que pasé sobre el tema. Mi corazón se volvió normal.
Sufrí mucho y aprendí mucho.
- No descuidar los estudios.
- Por mi culpa, mi madre tenía que ocultarle secretos a mi padre. Mi padre todavía no lo sabe.
- Si me hubiera concentrado, no habría habido necesidad de perder el dinero de esta manera.
- La sensación de que no les has dicho a tus padres te perseguirá por nada.
En el siguiente año académico no descuidé como antes y obtuve un 74%.
Algunas lecciones nos enseñan y nos cambian mucho.
Lo siento si mi respuesta fue aburrida.
Gracias por las ediciones Sashidhar 🙂