No. Un misántropo detesta a su propia especie. Un nihilista simplemente agrupa al homo sapiens con todo lo demás en el universo como algo sin un significado final.
La palabra clave es “lo último”. Nosotros, los humanos, nunca dejaremos de lanzar nuevos sistemas de valor y los nihilistas nunca dejarán de declararlos temporales y provisionales. Pero eso no significa que no tengan valor para quienes se suscriben a ellos, o que no sirvan para mejorar, por algún tiempo, la comodidad, la dignidad y la sostenibilidad de la especie.
El nihilismo, en mi opinión, libera a sus partidarios de la conformidad ciega a todos los dogmas existentes. Estamos bastante convencidos de que la Verdad no existe. Solo se pueden extraer datos de la observación cuidadosa del mundo físico y la observación reflexiva de los comportamientos de nuestros semejantes humanos. Desde esas fuentes intentamos desarrollar códigos de comportamiento que, en este espacio y tiempo, nos permitan vivir en relativa paz y comodidad. Esos códigos se reemplazarán en el tiempo, al igual que la propia raza humana.
Pero, ¿por qué, cuando realmente lo piensas, una raza mortal buscaría verdades y valores eternos? Es una tarea de tontos.