Empatía
Es una palabra muy simple y, sin embargo, parece ser un concepto tan complicado hoy en día.
Les he enseñado a mis hijos a tener siempre en cuenta cómo se sienten otras personas. Para tratar de comprender esos sentimientos y luego dejar que tu corazón te guíe.
Creo firmemente que si más personas fueran empáticas, veríamos menos odio, menos crimen y tal vez incluso más comunicación.
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Todos mis hijos disfrutan más dando que recibiendo. Su empatía les permite comprender la alegría que alguien siente cuando recibe algo y eso a su vez les trae alegría.
También conocen la tristeza y la sienten cuando alguien más está triste. Esto ha moldeado la forma en que tratan a los demás. Tratan de no hacer que nadie se sienta de esa manera y no solo ignoran a los que lo hacen.
Creo que de la empatía surgen muchas buenas cualidades. El cuidado, la entrega, la honestidad son solo algunos y hay muchos más para enumerar.
Si todos fueran empáticos, imagina qué maravilloso mundo sería.