Como decir la verdad sin herir sentimientos

  1. Pregunte a la gente sobre su perspectiva. Antes de ser honesto acerca de cómo te sientes, es importante conocer su perspectiva. Esto le da la oportunidad de mostrar interés genuino y tener una conversación. Esto también puede darle oportunidades para hablar y ser honesto. Incluso pueden finalizar su explicación con una solicitud para escuchar su perspectiva
  2. Ponte en sus zapatos. Una de las formas más simples de evitar herir sentimientos es imaginar cómo responderán a sus declaraciones. Si te dijeran eso, ¿estarías molesto? Practica imaginando cómo ven su propia opinión y la tuya. El hecho de que su perspectiva sea diferente no significa que esté mal.
  3. Controla tus palabras y tu lenguaje corporal. Ten cuidado con tu honestidad. Quieres decir la verdad con amabilidad. Eso significa evitar comportamientos que desaprueben abiertamente, como hacer muecas o burlarse de sus ideas.
  4. Sé cortés en tus respuestas. Siempre que intentes evitar lastimar a los demás, es mejor hablar con amabilidad. Los gestos comunes de amabilidad (es decir, cortesía) son muy útiles. Transmiten respeto y muestran que valoras a la otra persona. Esta situación no se trata solo de que digas lo que piensas. Se trata de que se sientan valorados.
  5. Exprese su perspectiva como opinión, no como hecho. Incluso si conoce los hechos que lo respaldan, esto demuestra que valora su perspectiva. Si tienen una mente abierta, los hechos cambiarán su perspectiva. Si no tienen una mente abierta, los hechos se sentirán como ataques personales. Tienen derecho a ser incorrectos. Permítales llegar a la verdad en sus propios términos, no en los suyos. Forzar su perspectiva es una manera fácil de herir sentimientos.
  6. No tomes el desacuerdo personalmente. Tenga en cuenta que ser honesto no es lo mismo que tener razón. Puedes ser honesto y estar equivocado al mismo tiempo. También puedes ser honesto, acertado y aun así herir sentimientos. [5] Sé humilde con tu perspectiva. Escuche las justificaciones de los demás para sus perspectivas y resista el impulso de convertirlos a su perspectiva.