A los ancianos que son sabios les encantaría compartir nuestra sabiduría con los jóvenes. Pero no siempre es fácil.
Cuando tenía casi 80 años, el Buda dijo: “He enseñado con la mano abierta”. Quería decir que no tenía enseñanzas secretas.
Cuando Gandalf regresó como Gandalf el Blanco, sus intercambios amorosos y humorísticos con Aragorn, Legolas y Gimli reflejan su deseo de compartir, y los desafíos que encuentra hablando con los jóvenes. Aragorn dice, más o menos, ¡hey, soy un adulto!
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No soy tan sabio como los que he mencionado anteriormente, pero hago todo lo posible para compartir. Mis únicas precauciones son que no compartiré conocimiento que sea poderoso si pudiera ser mal utilizado o mal manejado de manera que pueda causar daños o lesiones, y encuentro que a veces una persona no tiene la sabiduría para recibir lo que sé.
Bueno, hay una excepción a eso. Si alguien está seriamente en el camino espiritual, no está buscando respuestas. Están buscando la Verdad dentro de sí mismos, cómo sentirla, conocerla y vivirla. En ese punto, las respuestas externas se convierten en una distracción.