Atma había vivido una vida llena de dificultades increíbles. Un día, debido a un sufrimiento insoportable, llegó a un punto en el que sintió que ya no valía la pena vivir. Ella decidió autoinmolarse. Afortunadamente, ella sobrevivió; pero Atma quedó cubierta de quemaduras que marcarían su rostro y cuerpo para siempre. Si bien esto podría haberse convertido en otro capítulo de una vida ya miserable, decidió que quería vivir. Hoy Atma se gana la vida haciendo pasta como parte del personal de la cocina en un restaurante pintoresco llamado Writer’s Café en Chennai.
Y ella no está sola. El café, inaugurado en diciembre de 2016, emplea a mujeres que también son sobrevivientes de quemaduras. No solo son una parte integral de la cocina, sino que también están capacitados por profesionales en el oficio.
El café, que es una creación de M Mahadevan, un restaurador, se ha asociado con la Fundación Internacional para la Prevención del Delito y la Atención a las Víctimas (PCVC) para darles a estas mujeres una segunda oportunidad de vida.
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Se le ocurrió la idea de emplear víctimas de quemaduras después de visitar PCVC hace seis meses y reunirse con muchos sobrevivientes.
Actualmente, hay siete mujeres que forman parte del primer lote. Cualquier sobreviviente de quemaduras seleccionado para trabajar en Writer’s Café debe someterse a un proceso de capacitación de tres meses.
Para mujeres como Atma y Manjula, este podría ser su pedazo de cielo delicioso.