Lo más difícil que los estudiantes tienen que hacer es aprender a apreciar el fracaso.
Los Estados Unidos especialmente no aprecian el valor del fracaso. La mayoría de los estudiantes en estos días están tan estresados por ser perfectos que pierden el valor de aprender de los errores y las imperfecciones. Si no obtienen un 4.0 y un 36 en el ACT o un 1600 en el SAT, sienten que no han sido los mejores estudiantes que pueden ser.
El problema es que, una vez que alcanzan el nivel universitario, se encontrarán con “fracasos” de muchos tipos. Desafortunadamente, no podrán procesarlo, ya que será la primera vez en su vida que “fracasarán” y comenzarán a dudar si realmente son capaces de dar lo mejor en la universidad.
Como alguien que dirige una compañía de tutoría, es algo que veo con demasiada frecuencia.
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Los estudiantes necesitan aprender el valor de no hacerlo bien la primera vez, y cómo mejorar a medida que superan la adversidad.
ESO es mucho más valioso que cualquier otra cosa que aprenderán, y desafortunadamente, lo más difícil de aprender.