¿Qué comenzó en serio pero terminó siendo gracioso?

¡Mi primera experiencia atlética!

En mi décimo estándar, registré mi nombre para el sprint de 100 my 400 m debido a la motivación de mi maestro de juegos. Fui una de las personas que representó a mi equipo.

Empecé bien, corrí en 100m y 400m y me cansé un poco.

Un poco más tarde, todos en mi equipo estaban muy tensos, ya que no había nadie que registrara su nombre en 800m como nadie quería.

Entonces, como un jefe , les dije que correría en esa carrera . Todos estaban muy felices de tener un alma que representar. Empecé a correr, la gente comenzó a animarme.

Completé a mitad de camino, pero después perdí toda mi resistencia y me desmayé. Mis amigos esperaban verme en la línea de meta, pero no pudieron. Estaba acostado como un cadáver a mitad de camino, luego me buscaron y me dieron primeros auxilios, dejando a mis compañeros decepcionados.

Me pregunté ¿QUIERES ESTO?

Fuente- Imágenes de Google

Graciás

La parábola del hombre rico y Lázaro:

Tenía 8 años entonces, jugamos este ‘drama’ en una de las aldeas de la India. Para las personas que no conocen esta historia, había un hombre rico y pobre que vivía en la misma ciudad, un hombre rico con mal carácter, que vivía una vida lujosa que se iba al infierno después de la muerte y el hombre pobre sufría mucho, rogaba que su comida muriera y va al cielo

Entonces nuestra hermana eligió esta historia para la función de la iglesia, para alertar seriamente a las personas de hacer el mal. Los hermanos éramos actores en ello. Estaba siendo un personaje rico, tenía que actuar escenas del infierno y gritar en voz alta: “¡Ay !, ¡Ay !, ¡Ay !, ¡Ay !, ¡Ay!” en el momento final según el guión.

Entonces practicamos bien. En la noche del festival comenzó nuestro drama, frente a gente de toda la aldea,

Todo iba según lo planeado, ahora la escena del INFIERNO en el escenario,

Yo: “Está ardiendo, está ardiendo, ‘¡Ay !, ¡Ay !, ¡Ay!

Alguien del backstage: “OK, terminado, ven ahora”.

Yo: “Espera, tengo que decir Alas ‘2’ más veces. (en voz alta) “¡Ay !, ¡Ay!”.

¡El pueblo entirrrrrrre se echó a reír!