¿Cuánto de nuestras normas morales son el resultado de la evolución y cuánto es solo el condicionamiento social?

Esta es una pregunta imposible de responder, porque no hay una línea clara entre Naturaleza y Nutrición. Casi todos nuestros rasgos de personalidad están diseñados por interacciones de esas dos fuerzas.

La forma en que a menudo funciona es que nuestros genes nos dan la capacidad de desarrollar ciertos rasgos si estamos expuestos a señales ambientales específicas.

El lenguaje es un ejemplo obvio. Tenemos una predisposición genética para aprender el lenguaje si estamos expuestos a él cuando somos jóvenes. Por lo tanto, es un rasgo creado conjuntamente por nuestros genes y nuestra educación.

Los gatos domésticos tienen una predisposición a vincularse con los humanos. La disposición es genética. Pero solo lo harán si están expuestos a mucho contacto humano cuando son gatitos jóvenes. Después de cierta edad, si no ha ocurrido ningún contacto, se mantendrán distantes o violentos con las personas durante toda su vida. Los genes les dan una ventana en la que pueden aprender a ser mascotas cariñosas. Entonces el medio ambiente debe hacerse cargo y hacer su parte.

Cuanto más complejo es el rasgo, más probable es que sea una mezcla compleja de Naturaleza y Nutrición. La moral es extremadamente compleja.